tanto el ministro Kushinzki como el candidato Alan Garcia coinciden en lo prioritario de vender gas a Chile. Coincidencia de cobardes entreguistas y vende patria
Gas para Chile
articulo publicado en diario El Tempo Piura dic. 2005
El caso del vídeo exhibido en las aeronaves de LAN, donde se denigra la realidad turística de nuestra patria, así como la confirmada venta de armas por parte de Chile a Ecuador en pleno conflicto, hechos que fueron convenientemente resueltos por el gobierno peruano, dejó en segundo plano un problema que requiere ser ampliamente discutido: la conveniencia o no de vender nuestro gas de Camisea a Chile
Chile mantiene una deuda histórica con Perú y Bolivia a partir de la agresión con caracteres de genocidio que cometió en especial contra nuestra nación, en la llamada guerra del Pacífico. Siempre es triste recordar como sus tropas permanecieron en nuestro suelo patrio durante cinco largos años de muerte, robo, saqueos y violaciones de nuestras mujeres, para finalmente quedarse con parte de nuestro territorio nacional. Con Bolivia nos une una misma historia y felices enormes reservas de gas, con Chile nos separa su belicosidad y su permanente altanería hegemónica.
Si bien es cierto Chile conserva actualmente, y dadas sus limitaciones energéticas no por mucho más tiempo, clara supremacía económica en la región, su gobierno se ha visto obligado a reducir oficialmente sus expectativas de crecimiento, y su economía irremediablemente comenzará a declinar en forma paulatina como consecuencia de la crisis petrolera que ya se avizora. Aquisito nomás dentro de unos diez años, en vista de la certificada rauda caída de las reservas mundiales, los precios del crudo serán prácticamente incontrolables y Chile necesitará ya urgentemente del gas de Bolivia y Perú.
En igual condición podría quedar Argentina, por lo que, aprovechando la coyuntural crisis política boliviana a raíz justamente del pedido de nacionalización de sus hidrocarburos, estos australes países se apresuran a sugerir la compra de nuestro gas de Camisea a través de la construcción de sendos gasoductos financiados por ellos mismos.
Quizá limando asperezas del pasado tras algunos gestos reivindicativos y después de solucionar el problema mediterráneo de Bolivia podríamos pensar en vender gas a Chile, pero de ninguna manera vía gasoducto como anteriormente lo plantearan tanto el ministro Pedro Pablo Kushinzki de parte del actual gobierno, así como el inefable opositor Alan García, quien al parecer perdió la brújula de la historia al afirmar que deberíamos aprovechar que Bolivia no venderá su gas a Chile, para así, en forma ventajista, obtener infraternas y sucias ganancias de esta circunstancia, sin considerar el boicot a los argumentos con los que Bolivia intenta presionar en busca de una solución justa que ponga fin a su enclaustramiento continental.
Un gasoducto quizá nos ataría positivamente a la empinada economía chilena, pero también a sus insospechados apetitos energéticos. No olvidemos que nuestro arrogante vecino continúa incrementando su poderío bélico y podría por la fuerza de sus armas como antes ya lo hizo, llegado el momento de escasez mundial del crudo, obligarnos a venderles nuestro gas a ellos y solo a ellos por cualquier medio y a cualquier precio. Por ello, en caso llegásemos a proveer gas peruano o boliviano a Chile de ninguna manera deberá ser a través de gasoductos. Chile como Argentina tendrían que abastecerse, como cualquier otro país consumidor del producto, únicamente por medio de barcos tanques desde nuestras portuarias plantas de licuefacción hacia sus complejos regasificadores, los cuales tendrían que habilitar.
De esta manera, al mismo tiempo que podremos manejar a propia discreción nuestro recurso gasífero, fortaleceremos la confianza depositada por Bolivia para que sus inmensas reservas de gas tengan salida a través de nuestros puertos a los diferentes países de esta parte del mundo, con los consiguientes beneficios fiscales para nuestra nación.
Mientras tanto mantengámonos en alerta para analizar las diferentes propuestas que sobre el futuro de nuestro gas, recurso que involucra a todos los peruanos y no solamente al gobierno de turno, seguramente seguirán lanzando los políticos criollos ad portas del oportunismo electoral que recién se inicia.