miércoles, 3 de febrero de 2010

Cuzco, Buscando culpables desde Palacio

luchemos por la desaparicion del sistema presidencialista, verdadero culpable de las desgracias para America Latina

Los mensajes presidenciales irradiando optimismo, empujando al máximo a los empresarios a invertir y reinvertir. El prometer un país sin analfabetas allí donde se habla quechua y decenas de dialectos. Que llegaremos a ser la perla del pacífico liderando el crecimiento en Sudamérica, y a veces se atreve decir campeón mundial del crecimiento; el mejor puerto en el Callao, la mejor educación con su carnal ministro Chang.

Las promesas de una sierra exportadora que no aparece, los TLC con el mundo entero más para traer que para vender; todo esto y más aún nos hace reflexionar si verdaderamente es válido que un presidente se abstraiga en esa forma de la realidad y entre en esta vorágine de sueños incumplidos o imposible de cumplir, y tan sólo una semana de lluvias fuertes en la sierra le despierte de sopetón.

Algo que enseñaba el maestro Haya de la Torre, y al parecer los alumnos olvidaron, es a conocer y reconocer la Realidad Nacional, y dentro de ella cada región. Advertía el viejo pensador la yuxtaposición de no solamente razas sino edades históricas de desarrollo, desde el indio con flechas en la amazonía, hasta los empresarios de Confiep, pasando por el serrano pastoreo en nuestras alturas. Y cada zona con sus propias realidades geográficas donde siempre estarán presentes, a pesar de los buenos deseos y el optimismo sin par, los desastres naturales.
Lo que ha pasado en el Cuzco es una muestra de ello. Desde Palacio de Gobierno, a través de los ministros, se empuja a lograr pasar estas vallas altísimas y para ello se esfuerzan imprudentemente al máximo los motores que indefectiblemente recalentarán.

Época de lluvias, tenemos que llegar a los dos millones de turistas, no importa sigamos pa delante. Lluvias en Ayacucho, Huancavelica, Apurímac, pues no hay que estudiar para saber que le tocaba de todas maneras al Cuzco. Sin embargo nadie se atreve a parar la llegada de turistas. La meta, la valla hay que pasarla a como de lugar.

Sucedió lo que todos hemos visto y ahora, volteando la tortilla, después de sacar pecho por el éxito de la operación rescate que pone a gran nivel la capacidad de nuestros pilotos, ahora Palacio trata de buscar culpables, como preguntando quién pudo dar licencias para construir a las orillas de los ríos. Por qué los anteriores gobiernos, olvidando el suyo, no previeron accesos alternativos a la gran ciudadela maravilla del mundo. Cualquiera puede ser identificado como culpable menos el que de atrás verdaderamente empuja con su optimismo incontestable a impedir tomar alguna medida, como por ejemplo restringir al mínimo el acceso a Machu Picchu en época de lluvias, como ahora todo el mundo ya conoce.

De esta manera por ganar alguito más nuestros ingresos por turismo caerán insalvablemente para esta parte del año, pues nadie que tenga pleno conocimiento de la realidad de nuestra serranía compraría un paquete turístico sabiendo lo que podría suceder. Yo por amor alguna vez lo hice, pero para paseo ni hablar, así el presidente me de todas sus optimistas garantías.

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